Si naces niña…
El Banco Mundial estima en 1,56 millones el número de muertes por infanticidio selectivo.
Difícilmente tendrás la oportunidad de terminar la educación secundaria.
Como millones de niñas cada año, puede que te veas forzada a contraer matrimonio siendo muy pequeña. Esto aumentará el riesgo de que abandones la escuela, puedas sufrir un embarazo y/o un parto con peligrosas complicaciones para tu vida, y muy probablemente sufrirás violencia doméstica.
Aún si logras terminar la escuela, es probable que siempre recibas un salario menor por tu trabajo, tengas siempre trabajos menos estables que los de tus compañeros hombres y será muy improbable que consigas un puesto directivo.
1 de cada 3 mujeres sufrirá violencia doméstica. Puede que esa una seas tú, o tu hermana, o tu madre…
Serás más vulnerable a contraer el VIH.
Cuando tengas entre 15 y 44 años, tendrás más probabilidades de morir por causas violentas que por cáncer, malaria, accidentes de tráfico o la guerra: juntos.
Casi seguro que no acabarás siendo representante política.
Y si tu marido muere, en algunas sociedades, te será prohibido recibir su herencia.
Este no es un mundo para nacer niña ni para hacerte mujer. La desigualdad entendida como la falta de poder en todas las esferas de la vida: social, política, económica… mantiene a millones de mujeres en injustas condiciones de desigualdad. Una desigualdad que les roba su derecho a participar, contribuir y beneficiarse del desarrollo que hemos alcanzado. Hasta que no consigamos generar relaciones justas de poder entre hombres y mujeres no podremos nunca vivir en una sociedad pacífica, próspera y sostenible.
Desde InspirAction trabajamos por la igualdad de género en todas sus facetas y junto a nuestras contrapartes contribuimos a romper las estructuras que mantienen a las mujeres por debajo de sus derechos.