
Desde InspirAction, no podemos por menos que condenar el
violento desalojo del campamento saharaui levantado en Agdaym Izik, a unos 15 kilómetros de El Aaiún, con el que Marruecos ha puesto fin a la
mayor protesta del Sáhara Occidental desde que España se retiró hace 35 años. Según el Polisario, son ya once los civiles que han muerto, entre ellos un niño de apenas 7 años. Hay más de 700 heridos y 159 desaparecidos. Marruecos, por su parte, habla de ocho policías fallecidos en el desalojo.
Todas y cada una de estas muertes, saharauis y marroquís, han sido gratuitas, y por supuesto,
son injustificables.
Como organización de la sociedad civil,
exigimos que se abra la entrada a observadores internacionales y periodistas que pongan fin al secretismo con el que se ha llevado a cabo esta cuestionable operación marroquí. Consideramos además que
el gobierno español debería asumir la responsabilidad histórica que tiene con el pueblo saharaui, condenar con firmeza este nuevo ataque, y tomar todas las medidas a su alcance para solucionar la inaceptable situación en la que viven los habitantes del Sáhara Occidental.